Reflexión del Evangelio de Lc 18, 1-8

Reflexión del Evangelio de Lc 18, 1-8

Por el Padre Asdrubal de Jesús Zeledón Ruiz.

Queridos hermanos, el tema central del Evangelio de este día es la oración, para el cristiano es de vital importancia orar sin desfallecer, Jesús, nos presenta la parábola del juez injusto y la viuda pobre, el Señor nos da su enseñanza, orar sin desfallecer, el hombre delante de Dios se siente indigente necesitado de su amor.

En esta ocasión me gustaría compartir con ustedes tres reflexiones del evangelio de este día.

  1. La importancia de la oración. Para el cristiano es de vital importancia la oración, no se trata de conseguir favores al instante delante de Dios o que nos arregle la vida sino que al ponernos delante de Dios nuestra fragilidad es encuentro, será por la oración que Dios nos transforme. La oración es la fe puesta en acción, nuestra amistad con Dios, la oración no es una obligación sino una necesidad en la vida cristiana.
  2. La insistencia de esta viuda. Característica única, esta actitud de esta viuda le hiso estar próxima ante una necesidad, no sólo lo hiso una vez, sino en reiteradas ocasiones se acercó a este juez injusto, «Hazme Justicia contra mi adversario». Su insistencia le bastó para que termina convenciendo al juez injusto, «Aunque no te no temo a Dios ni respeto a los hombres, por su insistencia le haré justicia para que no me siga molestando». Increíble, si este juez injusto tuvo compasión de esta viuda, cuanto más Dios por ser bueno y justo dará su gracia a aquel quien le pide con fe.
  3. ¿Cómo esta nuestra oración? Es importante que cada cristiano tenga su encuentro con Dios, será la oración que nos mantendrá en pie ante el adversario, el demonio. Estemos prestos a la voluntad de Dios, la oración es acción en la vida discipular, porque gracias a la oración, nuestra fe permanece firme, confiada y esperando de Dios su gracia. «Es la oración el clima apropiado, la temperatura ambiente ideal para que funcione bien nuestro ordenador espiritual»

Que este evangelio nos anime a pedir con insistencia a Dios, él escucha siempre nuestras suplicas, confía en Él, Dios como Padre hará justicia a sus elegidos, Él no nos abandona necesitamos más confianza, he aquí la auténtica eficacia de la oración hecha con fe. ¡Para bien de la Iglesia y nuestra propia salvación!

Reflexión del Evangelio de Lucas 17, 1-6

Reflexión del Evangelio de Lucas 17, 1-6.

Por el Padre Asdrubal de Jesús Zeledón Ruiz.

Queridos hermanos, el Evangelio de este día, el Señor presenta a sus discípulos algunas instrucciones, para que haya una realización plena en el servicio a ellos encomendado. Un llamado de atención sobre la importancia del testimonio de vida, su perdón ilimitado sin condición y el valor de la fe que responde a su acción fuerte y confiada.

Me gustaría compartir ustedes estimados lectores tres reflexiones del evangelio de este día.

  1. Hay de quien provoque escándalo. Jesús, nos invita a tener cuidado con nuestro proceder con los hermanos más débiles, nadie puede ser ocasión de pecado para la gente sencilla. Ten cuidado, cuidalo. El término pequeño está dirigido, a los humildes, los marginados y la gente sencilla, que tienen una fe débil, el cristiano debe distinguiese  de los demás, sus acciones no deben contradecir su fe.
  2. El perdón, el Señor nos invita a ser misericordiosos como el Padre. Aquí la invitación, “si tu hermano te ofende, trata de corregirlo; y si se arrepiente, perdónalo” Si siete veces viene al día y las siete veces, viene a pedir disculpas, perdónalo. El número siete en la Sagrada Escritura significa, plenitud, totalidad. En otro pasaje el Señor uno de sus discípulos le dice: “Maestro, ¿Cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano?, no solo siete veces sino hasta setenta veces siete” (Mt 18, 21), es decir siempre. Cómo no vamos a perdonar, si Dios nos ha perdonado siempre, quien ha sido perdonado por Dios, debe estar dispuesto a perdonar a los suyos, pues nadie da lo que no tiene.
  3. La fe, los discípulos piden al Señor auméntanos la fe, un momento de confianza ante la dificultad que pueden enfrentar, la fe es la que nos mueve a pedirle a Dios su gracia y fortaleza en la tarea que nos ha encomendado, es el estilo de vida que debe transformar al discípulos, confiar siempre en el Señor. Pidamos al Señor nos conceda la gracia de ser ejemplo para los demás, que estemos dispuestos a perdonar siempre y en los momentos difíciles nos aumente la fe, para no desfallecer y podamos vivir la plenitud de su gracia. ¡Para bien de la Iglesia y nuestra propia salvación!

Reflexión del Evangelio de Lucas 16, 9-15

Sábado 05 de octubre de 2022. XXXI Semana del Tiempo Ordinario. Ciclo C.

Reflexión del Evangelio de Lucas 16, 9-15.

Por el Padre Asdrubal de Jesús Zeledón Ruiz.

El día de ayer, reflexionábamos el evangelio del administrador infiel, a quien su amo estaba por despedirlo, por hacer mal uso de sus bienes, sin embargo, este administrador actuó con astucia, llamó a sus deudores y les perdonando parte de la deuda, para que cuando llegara el momento de su despido, lograra tener un amigo quien le reciba en su casa.

A propósito del evangelio de este día, me gustaría compartir con ustedes, tres reflexiones de este Evangelio.

  1. La administración de los bienes. Hay quienes son buenos administradores y saben poner en práctica los dones de Dios, aquí el problema no es el dinero sino la mala administración del dinero, el buen administrador sabe emplear los bienes que le han encomendado, en cambio el administrador malvado, gana el dinero sucio lleno injusticia, malversado llegará el momento que perderá su valor. El dinero mal vivido impulsa a la persona a la deshonra y el fraude. El Señor nos invita al buen uso y la sabia inversión del dinero.
  2. La fidelidad una cualidad decisiva del buen administrador. El Señor dirige una invitación a la fidelidad frente al peligro de una mala administración. «Quien es fiel en las cosas pequeñas, también lo será en las grandes» La fidelidad implica dedicación, constancia, honestidad, transparencia y sobre todo, debe tener celo por bienes encomendados. Dios espera de sus discípulos fidelidad, es decir responsable en la administración de lo terreno y que debe cuidar que esta administración no desvíe su corazón de Dios, sino que sea capaz de consagrarse con lealtad al servicio de Dios y de su principal interés en el mundo que es la salvación de la humanidad. Alguien digno de confianza no se hecha fuera, sino que se le reconoce porque es digno de confianza. Entonces Dios confiará y dará los bienes verdaderos.
  3. No se pueden servir a dos amos. En esta vida cotidiana debemos de ser valiente para saber elegir, «no estar servir a dos amos, amar a uno y odiar al otro», nuestras acciones no sean contrarias al Reino de Dios, no podemos estar encendiendo una vela a Dios y otra al diablo. El que ama a Dios y a sus hermanos, no puede hacer de las riquezas la meta de su vida. De hecho, por el dinero hay personas que alcanzan: el poder, el tener, la riqueza, el prestigio pero cuando se mueren nada se llevan. Pidamos al Señor, nuestro  Dios, “amo a elegir”, pedirle su gracia sobre nosotros para alcanzar la conversión. ¡Para bien de la Iglesia y nuestra propia conversión! Amén.

Reflexión del Evangelio de Lc 14, 1. 7-11.

Sábado 29 de octubre de 2022. XXX Semana del Tiempo Ordinario. Ciclo C.

Reflexión del Evangelio de Lc 14, 1. 7-11.

Por el Padre Asdrubal de Jesús Zeledón Ruiz.

En el Evangelio de hoy, Jesús es invitado a comer en casa de un fariseo. Jesús se detiene a observar como los convidados, llegaban y estos ocupaban los primeros puestos. Con esta actitud, le bastó hacer suyo un comentario respecto a la humidad que deberíamos de llevarla práctica en nuestro diaria.

Ayer, reflexionábamos juntos, la elección de los doce discípulos, y les decía, que para tomar una decisión era de vital importancia la oración. Igual, la humildad, el valor que tiene esta palabra considerada como virtud, el discípulo debe distinguirse de los demás, siendo un servidor, sencillo y humilde donde residirá la grandeza de Dios.

Jesús con esta parábola, insiste en no buscar los primeros puestos, no vaya a ser que haya otro invitado más importante que tú. Y lleno de vergüenza nos toque ocupar el último lugar. El Señor nos muestra el camino de la humidad, Jesús nos pide humildad, Él ha vivido su humildad en plenitud, como dice el Evangelio: Bienaventurado los humildes; «El Hijo del Hombre, no ha venido a ser servido sino a servir» (Mt 20, 28) y nos dice: «Aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón» (Mt 11, 29).

Aun en su condición como Hijo de Dios, se hizo humilde hasta el extremo: «Jesús siendo de condición divina, se humilló así mismo, por eso Dios lo exaltó en todo» (Fil 2, 6.8) El verdadero poder está en el servicio, la grandeza reside en el amor a servir, hacerse pequeño para ser grande.

Ahora bien, la humildad en la vida práctica, ha estado presente en la vida ordinaria. Estoy luchando por alcanzar la humildad. En la vida diaria, qué priva mi vida, el amor o el servicio a los demás. Busco servir a Dios en mis hermanos o simplemente busco ser reconocido por lo que hago.

La humildad es el camino del encuentro con otros, que nos permite servir, ayudar y apoyar a Cristo en el hermano. Que así sea. Amén. Para bien de la Iglesia y nuestra propia salvación.

ReflexiónEvangelio del día (26-10-2022)

«Señor, ¿serán pocos los que se salven?» (Lc 13, 22)

Alicia en el país de las maravillas es una novela infantil de Lewis Carroll, publicada en 1865. La historia cuenta cómo una niña llamada Alicia cae por un agujero, encontrándose en un mundo peculiar y extraño, poblado por humanos y criaturas antropomórficas y muy a menudo la niña cambia su estatura por ciertas cosas que come hasta volverse miniatura. Quizá seamos los adultos los que necesitemos encogernos, y conscientemente, si queremos pasar por la “puerta estrecha”: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. En realidad nuestras almas se han vuelto demasiado obesas al alimentarse del “mundo” el pecado , la envía y la avaricia nos corroen, tal vez debamos ayunar un poco para estar a la medida de la puerta de entrada al Reino de los cielos.
Para que nuestras almas alcancen el tamaño basta con ser fieles a Dios en esta vida. San Pablo nos sugiere cosas sencillas que se logran fácilmente con la oración y la fidelidad a Dios: honrar a los padres, ser un buen ejemplo para los hijos, cumplir los deberes con empeño, hacer el bien, respetarse mutuamente, temer al Señor. “El principio de la asabiduría es el btemor de Yahve” (Prov 1, 7). En otras palabras, cuida los Mandamientos, y el Reino de los cielos será tuyo.

Pbro. David Flores Espinoza