Reflexión del Evangelio de San Lucas 4, 16-30
Lunes 04 de septiembre de 2023.
XXI Semana del Tiempo Ordinario. Ciclo A.
Autor. Padre Asdrubal de Jesús Zeledón Ruiz.
El Señor me ha enviado a llevar la Buena Nueva de salvación
Queridos hermanos, Jesús se encuentra en Nazaret, lugar donde las personas lo vieron crecer, se encuentra en la Sinagoga y lee pasaje del profeta Isaías, ante el asombro de los espectadores, y se dirige a ellos y les dice: «El Espíritu del Señor está sobre mí». Él ha sido enviado para llevar la «Buena Nueva» de salvación.
En esta ocasión reflexionaremos tres detalles del Evangelio que hemos escuchado: Enviado a proclamar la Buena Nueva de salvación, la admiración que provoca Jesús y en la dificultad Dios viene en nuestra ayuda.
Jesús es enviado a proclamar la Buena Nueva de salvación
«Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que ustedes acaban de oír» Jesús es enviado a proclamar la Buena Nueva de salvación, anunciar la liberación al cautivo, curar al enfermos y dar libertad al oprimido. Jesús el Mesías, ha venido en nuestra ayuda, la vida del cristiano está movida siempre por el Espíritu de Dios.
El Espíritu Santo guía e impulsa nuestra vida, a la entrega, a la generosidad y a la grandeza, de la Palabra de Dios, que se hace realidad en nuestro día a día.
Jesús provoca admiración, la sabiduría que salía de sus labios, la Palabra de Dios, crear admiración en nuestra vida, ya que Él nos trae la salvación, y ha venido específicamente por los pobres, los necesitados y los marginados.
En la dificultad viene en nuestra ayuda, necesitamos sembrar esperanza y alegría. Jesús anuncia el Evangelio dando a conocer las maravillas Dios. En los momentos de dificultad, nos corresponde esperar y confiar contra toda desesperanza, y alcanzar el favor de Dios.
Elías fue enviado a una viuda de Sarepta, y fue por medio de la palabra del profeta, que ella, no faltó nada y Naaman jefe del ejército de Siria, el profeta Eliseo le da unas indicaciones se lavó siete en el rio el Jordán, y quedó sanado de la lepra, y proclama a Dios, rey de Israel.
Señor Jesús en los momentos difíciles ven en nuestra ayuda. ¡Te necesitamos! Para bien de la Iglesia, y nuestra propia salvación. Que así sea.