Reflexión del Evangelio de San Lucas 7, 1-10.

Lunes 12 de septiembre de 2022.

XXIV Semana del Tiempo Ordinario. Ciclo C.

Reflexión del Evangelio de San Lucas 7, 1-10. Por el Pbro. Asdrubal de Jesús Zeledón Ruiz. Pastoral de Medios de Comunicación Diócesis de Jinotega.

Queridos hermanos, el Evangelio de este día, Jesús nos muestra la fe y misericordia de Dios, designios de Él concede a todos aquellos que le buscan con sincero corazón.

En la vida todos pasamos dificultades muy diversas, y casi nadie esta preparados para enfrentar este tipo de circunstancias tales como: la muerte de un ser querido, enfrentar un problema financiero, acompañar una persona una enfermedad etc. Estas situaciones son difíciles, caóticas y quien las vive tiene que buscar medios para encontrar una solución si es que lo hay, si no lo único que nos queda es aceptar la voluntad de Dios.

Ejemplo de ello, este oficial romano, confía plenamente en Dios, está convencido que Jesús puede hacer algo por el criado que está en cama, le basta con tener fe y confianza en el Señor. La fe de este soldado se compone de humildad y de confianza: ambas actitudes lo hacen no sólo abierto al don que va a recibir, sino también a la comunidad de los discípulos de Jesús. El oficial Romano replicó: “Señor, yo no soy digno que entres en mi casa, con que digas una sola palabra, mi criado quedará sano”.

Este soldado entiende muy bien su oficio, lo único que desea es que haga algo “Señor yo también vivo bajo disciplina y tengo saldados a mis órdenes; cuando le digo a uno ¡Ve! Él va; al otro: ¡Ven!, y viene; a mi criado ¡Haz esto! y lo hace”. Por su puesto, el Señor sabe lo que nos hace falta, por la gran fe de este soldado, el Señor le concede el milagro, “que se cumpla lo que tú has dicho”.

El mismo Señor nos dice: crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en la oración y lo obtendrán. Mc 11, 24. Sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Él, tiene que creer que existe y que recompensa a quien lo busca. Cfr. Hbr. 11. 6. Dios nos conceda la fe, para ver los prodigios que Dios hace en sus hijos.

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