Reflexión del Evangelio de San Juan 16, 29-33.

Lunes 30 de mayo de 2022.      VII Semana del Tiempo Pascual. Ciclo C.

Reflexión del Evangelio de San Juan 16, 29-33.

Pbro. Asdrubal de Jesús Zeledón Ruiz.

Jesús presenta su vida contemplada siempre desde e Padre; de Él vine, está un tiempo breve en este mundo y ahora ha subido de nuevo al Padre. Los discípulos son testigos de toda su obra, enseñanza, pasión y resurrección de Jesús. «Ahora que nos hablas claro… ahora que sabemos todo creemos que vienes de Dios» (Jn 16, 20-30). Sin embargo, ellos todavía no interpretan bien las palabras de Jesús.

Todas las instrucciones y enseñanzas forman parte del itinerario de vida del discípulo, lo que dará sentido y razón de lo que se cree. Ante la visión que ellos tienen, para que tomen conciencia, Jesús les anuncia que se dispersarán y lo dejarán solo.

Jesús les quiere dar ánimo y fortalecer su fe, antes que lo vean sufrir, y que sufran ellos la persecución. En la vida el discípulo, tiene que saber enfrentar con valentía las angustias y tristezas, sus alegrías y esperanzas como peregrinos de la vida terrena gracias al amor de Cristo que une, comprende y espera.

Jesús nos asegura la victoria, les he dicho esto, para que gracias a mí tengan paz. «Tendrán que sufrir, pero tengan valor: pues yo he vencido al mundo» (Jn 16, 33). Nuestra esperanza debe estar puesta siempre en el Señor que ha sufrido hasta el extremo de entregar su vida por nuestra salvación. Hoy en día, la persecución es inevitable pero no es señal de derrota sino de triunfalismo. Jesús nos invita a tener valor porque Él es la fuente de la paz y porque con Él la victoria es posible.

Dios nos conceda el valor de luchar sin desfallecer. ¡Para bien de la Iglesia y nuestra propia salvación! Amén.

 

 

 

María Auxiliadora

Celebramos la advocación de María, auxilio de los cristianos (en latín: Maria Auxilium Christianorum) es un título antiguo dado a María, madre de Jesús. San Juan Crisóstomo, nacido en torno a los años 345-350 y obispo de Constantinopla desde el año 398, la llamaba «Auxilio potentísimo, fuerte y eficaz de los que siguen a Cristo».

Este título tomó fuerza en Occidente con el papa Pío V en el siglo XVI y fue definitivamente popularizado con el desarrollo de las obras educativas y apostólicas de Don Bosco en el siglo XIX, en la advocación mariana de María Auxiliadora. Aunque comúnmente se asocia el título con la Iglesia católica, la Iglesia ortodoxa también lo conoce desde que en 1030 Ucrania logró defenderse de una invasión bárbara, hecho que la religiosidad de la época atribuyó al auxilio de la Virgen María.

María Auxilio de Cristianos ha sido vista por lo general como un aspecto de carácter militar de la Virgen María como defensora de la fe cristiana. Este aspecto puede ser rastreado en los elementos que fundamentan la mariología dentro de la Iglesia católica y ortodoxa.

Precisamente bajo el pontificado de Pío V, los pueblos euro-cristianos reunieron una importante fuerza militar para detener en la batalla de Lepanto (1571) el expansionismo del Imperio otomano por el Mediterráneo occidental. María auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.

Reflexión del Santo Evangelio de San Juan 16, 5-11.

Martes 24 de mayo de 2022.

Reflexión del Evangelio de San Juan 16, 5-11.

VI Semana de Pascua. Ciclo C

Sem. José Bismar Villagra Barrera

Egresado de Teología

Si me voy os enviaré al Paráclito

Jesús continúa hablando sobre su regreso al Padre, y la venida del Espíritu Santo. Aunque las escrituras señalan todo lo que el Hijo del Hombre debía padecer, Jesús sabe que la tristeza los invade y busca consolarlos y darles esperanza.

El Calendario litúrgico nos acerca a la fiesta de Pentecostés, la Iglesia nos invita a reflexionar sobre los textos en los que Jesús habla de la venida del Espíritu Santo. Hoy vemos a los discípulos tristes cuando Jesús habla de irse, y por eso Él los consuela.

Es muy comprensible la tristeza de los discípulos, nunca es fácil separarse de las personas que amamos, sin embargo, Jesús habla de su partida como “necesaria”, es decir, nos recuerda que todo tiene un ciclo, un tiempo y un propósito. Para poder avanzar es necesario dejar atrás algunas cosas, porque vienen otras más adelante.

La tristeza de la que Jesús habla a sus discípulos les llena el corazón. Una tristeza que parece que no está referida solamente a la marcha de Jesús sino a lo que les acaba de decir en los versículos anteriores, que hemos leído en el texto de ayer. Les van a excluir, perseguir… matar, a veces en nombre de Dios. Es exactamente lo que está ocurriendo con él, que morirá al día siguiente como maldito de Dios. Sus discípulos no pueden esperar que la predicación del mensaje sea un camino de rosas, y ya lo hemos constatado en la primera lectura de hoy.

Pero Jesús insiste en que es bueno para los discípulos que Él se vaya pues va a enviarles el Paráclito. Su Espíritu presente en ellos, que les permitirá trascender la realidad para descubrir, asumir, y disfrutar la verdad más honda: en el fracaso y la muerte de la que van a ser testigos se va a mostrar la victoria de Dios en su Hijo resucitado, exaltado, glorificado.

En el fondo, les está haciendo una propuesta increíble: van salir ganando; ya no me volverán ver, no estaré a su lado como hasta ahora, pero estaré presente “en” ustedes a través de mi Espíritu. Sin duda, desconcertante y difícil para los discípulos en aquel momento, ¿y para nosotros hoy? Cada uno podemos preguntarnos en qué y cómo cambiaría nuestra vida si la viviéramos conscientes de que Dios la habita en nosotros.

En Cristo,

Reflexión del Evangelio de Juan 15, 26-16, 4.

Reflexión del Evangelio de Juan 15, 26-16, 4.

VI Semana del Tiempo Pascual Ciclo C

Pbro. Asdrubal de Jesús Zeledón Ruiz

Queridos hermanos, Jesús después de haber advertido a sus discípulos del odio y las persecuciones del mundo, intenta tranquilizar ofreciendo su fiel testimonio, ante las duras pruebas que sufrirán por parte de los tribunales de este mundo. Los discípulos no están solos, ni abandonados, el Espíritu de la verdad que Él mismo les enviará desde el Padre.

El discípulo consolida la opción de vida y está invitado a ser partícipe de la fe y cumplir la misión gracias al testimonio de vida. San Juan es más explícito en su descripción de persecución. «Los expulsarán de las sinagogas. Incluso más, llegará un tiempo en que mate pensará que está dando culto a Dios» (Jn 16, 2). Ante las irregularidades que actualmente vive la Iglesia ante amenazas, hostigamiento y persecución, parecen ser actuales estas palabras, donde Jesús predice a sus discípulos, los sufrimiento que revelan la verdad de los acontecimientos que vivirán.

Hay que ser valiente para hablar con la Verdad, y ay de quien se siente aludido por la Palabra de Dios. Los discípulos y elegidos deben ser custodios y testigos de la realidad divina de Cristo, advertidos ante la incomprensión y hostilidad con que serán perseguidos por el mundo. «Y eso lo harán porque no conocen al Padre ni a mí» (Jn 16, 3).

Los enemigos de la Iglesia pueden pensar que están de parte del justo y tener también a Dios de su parte; pero se equivocan, porque sus acciones dicen lo contrario, no han visto la verdad, la luz del Padre, reflejada en la persona de Jesús, y no han conocido el verdadero rostro del Padre.

La Iglesia vive momentos difíciles, nuestro ánimo no se acobarda, seguimos anunciando la verdad desde el Evangelio de Jesucristo, la Palabra de Dios golpea, entonces los discípulo serán incomprendidos, expulsado e incluso hasta le pueden quitar la vida. El cristiano está invitado a ser testigo pleno de la Verdad, «esto se lo digo para que, cuando llegue a suceder, se acuerden que ya se los había dicho» Dios nos ayude, para seguir anunciando el Evangelio de salvación.

¡Para bien de la Iglesia y nuestra propia salvación! Amén.

Reflexión del Evangelio de San Juan 15, 18- 21.

Reflexión del Evangelio de San Juan 15, 18- 21.  V Semana del Tiempo Ordinario.       Ciclo C.

Padre Asdrubal de Jesús Zeledón Ruiz

Queridos hermanos, en el Evangelio de este día Jesús confronta el mundo con los seguidores de Cristo. Jesús hace una advertencia para los discípulos sobre el rechazo y el odio del mundo «Si el mundo los odia, sepan que primero me odió a mi» La presencia del mal siempre ha estado presente en el mundo, el resentimiento, la venganza y el odio han sido los patrones ante la adversidad y las acechanzas del demonio, debemos estar alerta, ya que el demonio anda como león rugiente buscando a quien devora cfr. 1 Pe 5, 8, confiemos en Dios para vencer el mal a fuerza de bien.

El odio del mundo hacia el cristiano es consecuencia lógica de una opción de vida, hablar la verdad, quien es seguidor del Evangelio no pertenece al mundo, y por tanto, este no puede aceptar a quien se opone a los principios cristianos. El cristiano en virtud de su opción de vida en favor de Cristo es considerados extraños y enemigos.

La gracia de Dios nos alcanza, y más para quien es elegido de Dios, «yo los elegí sacándolos del mundo, por eso el mundo los odia» (Jn 15, 18). Como cristiano nadie puede callar las acciones perversas realizadas en este mundo, todo lo que procede del mal debe ser rechazado contra el malvado, y saber decir la verdad al malvado, y cuando este se siente aludido, actúa con venganza y odio. Por eso, muchos el cristianos son rechazados y odiados por su fe.

Jesús es claro en el Evangelio, también a ustedes los perseguirán: «recuerden, un sirviente no es más que su señor. Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán» esto no debe desanimar nuestro camino discipular en el camino de la fe, más bien confiar en la infinita misericordia de Dios. Jesús fue rechazo, perseguido y odiado, también lo serán los discípulos.

Dios nos conceda las fuerzas, para hacer frente al mal. El perdón de los enemigos supera las fuerzas humanas, perdonar es de valientes. El humildes reconoce que el amor es más fuerte que el odio.

¡Para bien de las almas y nuestra propia salvación! Así sea.