Santo Domingo de Guzmán

Santo Domingo de Guzmán nació en Caleruega, pequeña localidad de la actual provincia de Burgos (España) profesional en ciencias sociales y teología a los 24 años se ordeno sacerdote.

Es conocido por ser el santo místico quien vio a la Santísima Virgen entregándole la misión de propagar la Devoción del Santo Rosario como arma para para convertir a las almas duras y rogar por la salvación. De los pecadores, fundó la orden de los Dominicos masculina enfocada a la Predicación del Evangelio. Aprobada por el Papa Honorio III

En las imágenes representativas de santo Domingo se observa un perro con una antorcha en su boca cuenta la leyenda que la madre de Santo Domingo de Guzmán, la Beata Juana de Aza, soño que un perrito salía de su vientre con una antorcha encendida. Para encontrar el significado, buscó a Santo Domingo de Silos, encontrando respuestas comprendió que su hijo iba a encender la llama de Jesucristo. El Vigilante de la Viña del Señor.

Fue llamado Domingo por el agradecimiento que tuvo con Santo Domingo de Silos, al revelarle el significado de su sueño.

Su vida la entrego por los esclavos al punto de ser vendido para ayudar a los cristianos cautivos y vendió todos sus libros para ayudar a los pobres.

Santo Domingo tiene en honor su nombre  la Isla de República Dominicana conocida asi por Bartolome Colon cuando colonizo América y Patrono de Managua capital de Nicaragua por su milagrosa aparición en 1885 en la comunidad Las sierritas en Managua.

La imagen estaba dentro de un hueco en un árbol negro y la encuentra un leñador en propiedad de Inocente García Lara, pero nadie sabía que representaba esa estatuilla y la llevaron a una Iglesia en Managua donde un sacerdote les dijo que se trataba del Santo Domingo de Guzmán, que fue un misionero, protector y defensor de los esclavos que vivió de 1170-1221.

Dejaron la imagen en Managua y regresaron a Las Sierritas donde el misterioso santo volvió a aparecer en el hueco del mismo árbol de madero negro, el mismo campesino que la encontró la primera vez la encontró esta ocasión y corrió a la Iglesia de Managua a informar al sacerdote, quien lo confirmo al revisar que la imagen ya no estaba en su lugar. Al ver el milagro sucedido, el párroco recomendó que le construyeran una ermita y que lo llevaran cada año a Managua para que visitara la capital, así nace la tradición de la Traída de Santo Domingo , nombrado patrono de Managua.

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