Santo Tomás de Aquino

San Francisco de Sales

Festividad al Doctor de la amabilidad

Santo del Dia

“El amor es la perfección del espíritu y la caridad es la perfección del amor”, decía San Francisco de Sales. Conocido como el santo de la amabilidad, luchó varios años de su vida
para dominar su ira Tanto que las personas creian que su dulzura era natural y logró la conversión de muchos. La fiesta de este Doctor de la Iglesia y patrono de la prensa
católica es cada 24 de enero.

San Francisco nació en el castillo de Sales, en Saboya, el 21 de agosto de 1567. Fue bautizado al día a siguiente en la Iglesia de Thorens, con el nombre de Francisco Buenaventura.
fue beatificado por el Papa Alejandro VII en el 1661, y el mismo Papa lo canonizó en el 1665, a los 43 años de su muerte.

Tres libros famosos del santo: “Las controversias”(contra los protestantes); La Introducción a la Vida Devota” (o Filotea) y El Tratado del Amor de Dios (o Teótimo), tanto como la
colección de sus sermones, son verdaderos tesoros de sabiduría, declaró a San Francisco de Sales “Doctor de la Iglesia”, siendo llamado “El Doctor de la amabilidad”.

se le considera patrono de los periodistas catolicos ya que fue el primero en poner el ejemplo al utilizar la imprenta para combatir la herejia y difundir el mensaje del evangelio.

asi comenzo escribiendo hojas que son grabadas y distribuidas en la ciudad y las casas. colaborando a la curiosidad los reformados podrian leer sin temor a sus ministros

Hizo volver a la comunión católica a muchos hermanos que se habían separado y con sus escritos enseñó a los cristianos la devoción y el amor a Dios. Fundó, junto con santa
Juana de Chantal, la Orden de la Visitación, y en Lyon entregó humildemente su alma a Dios el 28 de diciembre de 1622. Fue sepultado en Annecy, en Francia, en este día (1622).

Santo Tomás Becket

El 29 de diciembre la Iglesia celebra la santidad de Tomás Becket, nace en Londres en 1118, hijo de un empleado oficial, sus primeros años fue educado por los Monjes del convento  de Merton. Tomás tenía ambición, audacia, belleza y un destacado gusto por la magnificencia, cuando era necesario sabría ser valiente, sobre todo cuando se trataba de defender los derechos del príncipe quien era su amigo en lo momento de diversión.

El arzobispo Teobaldo muere en 1161 y el rey Enrique II, gracias al privilegio que le había concedido el Papa, pudo elegir a Tomás Becket, como primado para la sede Cantorbery, nadie, ni el rey se imaginó que un personaje tan mencionado se iba a transformar inmediatamente en un gran defensor de los derechos de la Iglesia y un celoso por las almas. Por su parte, Tomás le había advertido al rey, “Señor, si Dios permite que yo sea arzobispo de Canterbury, perderé la amistad de vuestra majestad”.

Ordenado sacerdote el día 3 de junio de 1162 y consagrado arzobispo el día siguiente, Tomás no tardó tener enemistad contra el rey Enrique II, quien se opuso en tres ocasiones: cuando quiso aumentar los impuestos, cuando quiso juzgar a los sacerdotes en lugar del arzobispo y cuando quiso decretar una ley en la que la Iglesia debería someterse al gobierno civil y aceptar que fuera el rey, quien eligiera los cargos.

Ante esta firmeza, le trae consecuencia en su vida pastoral, es expulsado del país y le confiscaron todos sus bienes. Su santidad el Papa Alejandro III, consigue la reconciliación entre el rey y el arzobispo, sin embargo, el miedo no nos puede hacer perder la justicia, cuatro sicarios del rey llegaron a la catedral, el santo revestido son sus ornamentos sagrados, oraba junto al altar donde lo asesinaron a cuchilladas. Su ejemplo de vida, lo lleva a decir: “Muero a gusto por el nombre de Jesús y en defensa de la Iglesia Católica”.

Muere el 23 de diciembre de 1170, tres años después, el Papa Alejandro III, lo inscribió en la lista de los santos.

Para alabanza de Cristo, Amén.