San Antonio María Claret nació en España para el año 1807, como sacerdote tuvo la misión de evangelizar 15 años en el norte de España. En Cuba estaba la persecución a la iglesia católica mas no tenían arzobispo por más de 14 años y es nombrado por el Santo Padre IX Arzobispo de Cuba durante 7 años luchando contra la esclavitud que se vivía en este tiempo.
Regreso a España con el nuevo servicio de ser el capellan de la Reina Isabel II del mismo país no con el objetivo de gozar bienes si no que su presencia como sacerdote influye espiritualmente lo que mejoro la situación moral y religiosa de la corte. La Reina lo nombra protector de la Iglesia y del Hospital de Monserrat. Lo que también influyo que sufriera persecución política, sin pedir algun beneficio material por su servicio el siempre vivio en la austeridad y la pobreza.
Preocupado por el anuncio del Evangelio a la gente, reunió a varios sacerdotes que compartían su sensibilidad misionera, funda la comunidad de los Claretianos tanto para hombres como para mujeres conocida como Misioneros del Corazón de María identificándose como evangelizadores al estilo de los Apóstoles con una singular relación con el Corazón de María, a quien reconocemos como Madre y Formadora dando testimonio de su vivencias y el amor por la palabra de Dios en sus vidas.
La vocación puede vivirse de tres formas: como Hermanos (religiosos laicos), como Diáconos y como Presbíteros (sacerdotes). Cada quien vive y expresa su condición de religioso claretiano a través del don que ha recibido por Gracia de Dios Existen más comunidades misioneras en 60 países en el mundo.
Partió a la patria celestial a la edad de 60 años en Francia.