Reflexión del Evangelio del día Jn 12, 44-50

Reflexión del Evangelio del día Jn 12, 44-50. IV Semana del Tiempo Pascual. Ciclo C.

Pbro. David Flores Espinoza

Hoy vemos un ejemplo muy grande en estos dos grandes hombres, Bernabé y Saulo que han confiado en Jesús aún en medio de las adversidades, porque las promesas de Dios supcisten para siempre, nos recuerda el Evangelio: “el que cree en mí no quedará en tinieblas”.

Oír la Palabra y cumplirla, con la gracia del Espíritu Santo, nos da la capacidad de tener mayor confianza y paz interior nos permiten mirar la realidad de otra manera. Claro que tenemos derecho a reclamar, pero un creyente no puede derrumbarse porque no está solo. Tenemos que creer siempre en la asistencia amorosa de Dios a través de su Espíritu Santo, porque incluso en medio de las oscuridades de nuestra vida la acción del paráclito está actuado.

Jesús ha venido al mundo como luz, leemos en el Evangelio. Dejemos que esta claridad ilumine nuestras sombras, disipe nuestras tinieblas y nos permita fijar el rumbo en Jesús Resucitado, guía de nuestro caminar.

Homilia de nuestro obispo.- Domingo del buen pastor.- Domingo 8 de mayo de 2022

Celebrando este día la jornada mundial de las vocaciones y la imagen del Buen Pastor de una manera especial. El Buen Pastor se refiere a esta imagen antigua, en aquel tiempo los pastores era una figura buena, humilde y entregada a sus ovejas. Ahí Jesús toma esa figura para indicar que él es como ese pastor que cuida, se desvela y se entrega por sus ovejas. Para nosotros, ¿Cuál sería esa figura más cercana que nos cuida y se desvela por nosotros? Esa imagen debe ser siempre Jesús. En esta Semana Santa cuántas personas venían y meditaban ante el crucificado y el resucitado. Esa imagen del sacrificado por nosotros, pero vencedora de la muerte y el pecado.

La misión grande es que el señor envía a los apóstoles. A San pablo y a Bernabé y les dice: “Vayan para ser luz de los paganos”. Pablo toma ese texto y comprende que el Señor lo ha llamado a evangelizar ya que los judíos no querían escuchar y olvidaban la enseñanza de los profetas, así es que crece el número de los cristianos.

Es así pues como se van presentando los creyentes. Hoy también nos pone una palabra de aliento en la liturgia de Juan. Habla de la multitud de fieles, de aquellos que ya gozan de la iglesia celestial, los santos y los mártires. Los que han sido purificados por la sangre de Cristo, porque han amado al señor. Esos son los requisitos para llegar a esa iglesia triunfante, para eso debemos escuchar al Buen Pastor y obedecer los mandamientos. Él se acerca a nosotros para prepararnos en el camino, en la Eucaristía, para recordar este memorial transmitiéndonos la divinidad de su sacrificio.

Es importante que seamos misioneros y no quedarnos sentados, sino ir, salir, caminar, evangelizar y compartir. Primero en nuestros hogares. La evangelización comienza con la oración, la acción del Espíritu Santo y compartir los dones que Dios nos ha dado. La Evangelización es lo que cambia el futuro y aleja todo lo que nos aparta de Dios.

Cuántas veces queremos tirar la toalla, decimos que ya no aguantamos al vecino, al esposo, la esposa, la suegra, incluso los hijos. Pero el poder de Dios a través de la oración nos da la fuerza. Demos una palabra que permita que nuestros familiares, nuestros amigos, eleven el corazón al Señor. Muchas veces nos quejamos, pero no buscamos al Señor. Olvidamos la esperanza de que el futuro de la mano de Dios será mejor. Pero debemos estar unidos a él, para recibir su gracia y su perdón. Ser comprometidos y transmitir la riqueza y la obra que nos manda a anunciar. Como decían los apóstoles: “anunciamos lo que hemos visto, escuchado y experimentado”. No nos quedemos sordos, transmitamos cada experiencia de amor que Dios nos da.

Oremos por las vocaciones, estamos comprometidos como pueblo de Dios a orar por los sacerdotes y los seminaristas, religiosos y religiosas para que puedan seguir cultivando ese don.  Agradezco su apoyo, participación y acompañamiento a estos jóvenes en su preparación, tanto espiritual como en sus estudios también.

Oremos por el Papa, que está débil de salud y también por los que critican. Siempre que se diga la verdad, vendrán las críticas. Pero debemos permanecer unidos en el Señor. Mantenernos siempre bajo esa cabeza visible que es el papa, para ser siempre una iglesia unida.

Homilía.- Jueves 5 de mayo de 2022.- Catedral San Juan Bautista

La primera lectura de los hechos de los apóstoles nos presenta la invitación del señor a Felipe a que se levante y valla a la misión, a la búsqueda de Dios porque el señor ya lo había llamado. Es importante que hoy nosotros los cristianos descubramos que de una u otra forma somos llamados a comunicar lo que experimentamos, la misericordia de Dios que hemos sentido. En eso consiste la insistencia de Jesús en decir: “Yo soy el pan de vida”, no el pan que alimenta el cuerpo, sino el que alimenta el alma. Habla de la vida después de este tiempo, por eso a los fariseos les costaba entender cuando Jesús les hablaba, porque pensaban que hablaba de esta esta vida en el mundo.Obispo de Jinotega: “no hay garantías necesarias para una elección”

 El don más grande que el Padre nos ha dado es Cristo, porque ha venido para todos. Dios nos ha creado para la vida, pero nos limita que no todos creemos en el Señor a pesar de los signos que podemos ver, por eso es tan importante el don de la fe y profundizarlo a través de los sacramentos como la reconciliación y la eucaristía y preguntarnos: ¿Por qué yo creo que son perdonados mis pecados? Es importante reflexionar ese regalo de Dios. Pensar en cómo Dios a través de Felipe lo bautizó para entrar en la comunidad de los primeros cristianos.

 No podemos ser católicos por tradición, sino porque estamos convencidos del don de la renuncia al mundo que Dios no ha regalado. La lucha contra el demonio y la mentira. Creer por convicción. Por la experiencia que hemos tenido del amor de Dios. Es importante perseverar e ir creciendo en esa comunión con Cristo para que eso nos vaya preparando para la eternidad.

¿Cuántos cristianos han ido a retiro? ¿Cuántos forman parte de grupos en la Iglesia? Y muchos de ellos dicen: “Yo soy cristiano o soy católico por tradición”. Hoy 40 hombres de cursillos de cristiandad están en retiro. Ojalá que eso perdure para siempre porque cuándo el demonio sale de una persona y vuelve al pasado, se vuelve peor.

Muchos bautizados actúan como si nunca han conocido al Señor, el mundo es el enemigo de nosotros mismos. El ego también, pero Dios da lo necesario para perseveran si escuchamos su palabra, esa palabra que nos dice: “Amen”. “Amen como yo los he amado”, “Amen a su prójimo como a ustedes mismos”.

Vivimos en un mundo en el que se habla bonito de derechos humanos, de armonía, de paz. Pero que bonito fuese si lo que habláramos con la boca se transformara en hechos y lo hiciéramos con el corazón. Debemos purificarnos cada día. El Señor no ha dicho: “Si creen en mi tendrán vida eterna”. “Lo que el padre me ha dado no puede perderse”. Esa comunión de vida con el Señor nos hace pasar muchas pruebas, barreras y dificultades. Pero nos debe reconfortar que vamos con la sabiduría de él, con la fuerza que nos da su palabra.

Pidamos pues al Señor la perseverancia de continuar siempre en comunión con él y su palabra.

Reflexión del Evangelio Jn 6, 35-40

Miércoles 04 de abril de 2021. Ciclo C. III Semana de Pascua

Pbro. David Flores Espinoza

«Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás» (Jn 6, 35).Jesús colma los deseos y expectativas más profundas de nuestra vida. El que es saciado con este pan de vida y experimenta en su propia vida la plenitud que da la fe en Cristo, está capacitado para generar nuevas vidas en Cristo. Generar vida es perderse a uno mismo por el evangelio y por los demás, es negarse a los ojos de este mundo: para renacer según Cristo,  porque esa derrota, según los criterios del mundo, es una victoria para el que “vive en Cristo” y al final poder decir como el apóstol San Pablo, «ya no vivo yo si no que es Cristo quien vive en mí«, porque expresa la suprema libertad de todos los condicionamientos mundanos, «yo estoy muerto para el mundo y el mundo está muerto para mí».

Reflexión del Evangelio Lc 9, 28-36

II Domingo de Cuaresma                                       Ciclo C.

Pbro. Asdrubal de Jesús Zeledón Ruiz.

 

Queridos hermanos, la Palabra de Dios nos motiva a seguir el mismo camino de Jesús, la vía que nos lleva a la cruz, la glorificación del misterio de nuestra salvación.  Jesús se hace acompañar con tres de sus discípulos Pedro, Santiago y Juan, suben al monte tabor a orar.

Esta experiencia de Jesús con sus discípulos, debe motivar nuestra vida a dedicar un tiempo a nuestra oración personal. Esto es algo común en los creyentes al participar de una comunicación genuina con el Padre. La oración es necesaria y fundamental, gracias a esta acción el alma se alimenta y se prepara para hacer frente a la tentación.

Es necesario subir al monte, considerado el lugar privilegiado donde Jesús se transfigura delante de sus discípulos. Él transformará nuestra condición humilde según el modelo de su condición gloriosa. Cfr. Filipenses 3, 21. El monte, sinónimo de montaña suele ser un lugar de mucha tranquilidad, lugar propicio donde la persona puede orar y estar en la presencia de Dios, en el que podrá contemplar el misterio el Padre.

Dios Padre nos indica el camino al que estamos invitados participar junto a Jesús; después del primer anuncio de la pasión y su declaración para ser discípulo, es necesario seguir el camino de la cruz. La expresión del camino para alcanzar la vida hay que aceptar la cruz, «es necesario que el Hijo del hombre sea glorificado» (Lc 12, 23). La transfiguración de Jesús a sus discípulos deja claro la expresión anticipada de la gloria después de padecer.

Los discípulos van siguiendo a Jesús, pero su fe es pequeña, Él muestra su aspecto divino, junto a Moisés y Elías. Los discípulos al ver esta escena de gloria, uno de ellos, «Pedro le dice a Jesús: Maestro, está bien que nos quedemos aquí» (Lc 9, 33). Y lo que Jesús está haciendo es animarlos para que ellos recuerden para que, cuando vengan las horas difíciles de la pasión, recuerden aquella escena Él ya mostro su gloria.

Les invito en este tiempo de cuaresma a luchar el camino del vía crucis, el camino de la cruz, donde la generosidad renueve el camino de la glorificación de la cruz del Señor. Que así sea. ¡Para bien de las almas y nuestra propia salvación!

Bendiciones a todos.