San Calixto I

Papa y Mártir

Esclavo, exiliado en Cerdeña, Calixto regresó a Roma llamado por el Papa Zeferino, que le confió el cuidado de los cementerios de la Iglesia. Construyó el cementerio homónimo sobre la Via Appia. Papa del 217 al 222 defendió la fe verdadera, fue indulgente con los pecadores y murió como mártir.  

Fiesta de la Virgen del Pilar

 

“ Bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen ”

Celebramos hoy la fiesta de la Virgen del Pilar. Quizás lo primero que nos sugiere María, que fue la buena Madre de Jesús, es que seamos portadores de la Buena Nueva de Salvación como lo fue ella. Ella es el Arca de la nueva Alianza que hace Dios con su pueblo santo y escogido.
Además de nuestra Madre, María es también para nosotros nuestro ejemplo. La hermosa respuesta que da Nuestro Señor en el evangelio de hoy: «Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen»., María escucha la palabra de Dios y la cumple, la conserva en su corazón, nos dice San Lucas, y en el corazón se conserva lo más preciso.

Debemos imitar a María en su actitud de orar junto a los amigos de Jesús. Nunca hemos de cansarnos, en las diversas circunstancias por las que atraviese nuestra vida, de elevar nuestro corazón en unión con nuestros hermanos a nuestro Padre Dios, el que siempre tiene sus oídos y su corazón abiertos para nosotros.

San Juan XXIII

Angelo Giuseppe Roncalli, San Juan XXIII
Originario de Lombardía (Italia) 1881fue ordenado sacerdote en 1904. Durante la Segunda Guerra Mundial, siendo obispo, ayudó a salvar la vida de muchos judíos perseguidos por los nazis haciendo uso del llamado “visado de tránsito”

Convoco al Concilio vaticano a tan solo 3 meses de ser papa iniciando su pontificado a sus 76 años, en su misión como santo padre revolucionó Iglesia-Judíos y elimino la expresión Judios perfidos.

El Papa San Juan Pablo II -heredero de la riqueza del Concilio- lo beatificó en el año 2000 y el Papa Francisco lo canonizó el 27 de abril de 2014.

Nuestra Señora del Rosario

7 de octubre se celebra a la Virgen del Rosario, advocación que nos recuerda la importancia de dirigirnos afectuosamente a nuestra Madre a través de la oración, en particular del rezo del Santo Rosario.

Fue la mismísima Madre de Dios quien nos pidió que lo recemos y lo difundamos, para que, a través de este, podamos obtener gracias abundantes.

El núcleo vivo del Santo Rosario
El Rosario es inobjetablemente una oración mariana -ayuda certera para crecer en amor a la Mujer por quien vino la salvación-, pero no siempre reparamos en que es, antes que nada, una oración “cristocéntrica”; es decir, una oración centrada en Cristo.

La enunciación de los misterios y las avemarías que se suceden nos ayudan a contemplar y meditar la vida de Nuestro Salvador, Jesucristo; y a hacerlo en compañía de María, siempre cercana al Hijo.

Ella nos enseña a acercarnos a los misterios de Jesús a través de su mirada maternal, porque todo en Maria es una invitación a amar a su Hijo.

Esta es la “escuela de oración” de la Virgen, la del Rosario. A su lado aprendemos a escuchar a Jesús con reverencia.

Un poco de historia
En el año 1208 la Virgen María se le apareció a Santo Domingo de Guzmán -fundador de los dominicos- y le entregó el Santo Rosario, probablemente en la forma en que hoy lo conocemos. La Virgen le enseñó al santo español cómo rezarlo.

 

Nuestra Santa Madre le encomendó entonces a Santo Domingo que difundiera esta oración. Así lo hizo el santo, y el Rosario, a lo largo de los siglos siguientes, fue calando cada vez más hondo en el alma de los católicos.

Así nació también la devoción a la Virgen del Rosario.

Lepanto
Uno de los episodios que ha sido determinante en la historia de la difusión del Rosario fue un hecho de guerra, de extraordinario simbolismo: la “Batalla de Lepanto” (7 de octubre de 1571).

En esa batalla, una coalición de tropas y fuerzas navales cristianas se enfrentaron a la armada del imperio Otomano, de raigambre islámica, con el propósito de detener sus ambiciones expansionistas en Occidente y recuperar la soberanía sobre el Mediterráneo.

Los cristianos, antes de la batalla, se encomendaron a la Virgen y rezaron el Santo Rosario. La victoria contundente que se produjo posteriormente fue atribuida por los ejércitos cristianos a la intercesión de la Madre de Dios.

La celebración en la historia
El Papa San Pío V, en agradecimiento a la Virgen María, instituyó la Fiesta de la “Virgen de las Victorias”, a celebrarse el primer domingo de octubre. Además, para que la fecha sea recordada en la liturgia, añadió el título de “Auxilio de los Cristianos” a las letanías dedicadas a la Virgen.

Más adelante, el Papa Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de “Nuestra Señora del Rosario”; y Clemente XI extendió la celebración a toda la Iglesia de Occidente. Posteriormente, San Pío X fijó definitivamente el 7 de octubre como el día oficial para la Fiesta e inmortalizó estas palabras: “Denme un ejército que rece el Rosario y este vencerá al mundo”.

La Virgen del Rosario y los sucesores de Pedro
“Rosario” significa “corona de rosas” y, tal como lo definió el propio San Pío V, “es un modo piadosisimo de oración, al alcance de todos, que consiste en ir repitiendo el saludo que el ángel le dio a María; interponiendo un padrenuestro entre cada diez avemarías y tratando de ir meditando mientras tanto en la vida de Nuestro Señor».

En los albores del siglo XXI, San Juan Pablo II -quien añadió los “misterios luminosos” al rezo del Santo Rosario- señalaba en su carta apostólica “Rosarium Virginis Mariae” que esta oración mariana “en su sencillez y profundidad, sigue siendo también en este tercer milenio apenas iniciado una oración de gran significado, destinada a producir frutos de santidad”.

San Bruno, el Santo que cayó sus ruidos.

En Alemania nació un Santo llamado Bruno de Colonia conocido por ser el fundador de la Orden monástica los Monjes Cartujos.

Bruno tuvo la gracia de hacerse santo por dos razones la primera escucho el relato de una persona que la gente la titulaba por santa por su forma de ser con los demás pero el día que esta persona fallece en su velorio su boca cito tres frases, He sido Juzgado, he sido culpable, he sido condenado.

De esta manera el siente la necesidad de hacer penitencia pidiendo el perdón de sus pecados y los de la humanidad especialmente por los alejados de Dios.

Continuando el llamado al Servicio en la Iglesia ya habiendo estudiado Teología y Filosofía vive momentos críticos de nuestra historia catolica en los Oficios espirituales y decide rechazar la hipocresía del mundo, su decisión no fue separarse de la Fe catolica si no rogar y pedir a Dios por el Rumbo de la Iglesia.

San Bruno junto con otros jóvenes que compartían su mismo sentir acudieron al Obispo de Grenoble (sur oeste de Francia) quien confiado de su testimonio temeroso de Dios le confío unas tierras en Chartreuse conocida popularmente como Cartuja alejado de toda conexión con el mundo practican la espiritualidad de perpetuo silencio con el objetivo de callar los Ruidos mentales y poder orar con el corazón en contemplación en horas de la mañana medio Día y la Tarde teniendo como actividad las Obras manuales y la escritura a mano de Libros, no se le es permitido el consumo de alcohol y la Carne y recibirán visitas una vez al año.

Con este nivel de espiritualidad y mortificación fue consejero de San Hugo, El conde Rogelio y por su antiguo alumno hecho Papa emerito conocido como Urbano II.

Fue transferido a Italia hasta el día de Hoy vive vigente esta orden monástica y la Sierra de San Bruno en calabria Italia donde está situado el monasterio de los Cartujos mismo nombre que llevan los Regiliosos.

San Bruno Pasó los últimos años de su vida allí, viviendo como siempre había querido: en continua penitencia, caridad y oración contemplativa hasta su muerte en 1101 un día como hoy 6 de Octubre.