Reflexión del Evangelio del día Mt 5, 43-48

Sábado 12 de marzo de 2022.  I Semana de cuaresma Ciclo C.

Autor: Pbro. Asdrubal de Jesús Zeledón R

Queridos hermanos, la Palabra de Dios, debe ocupar un lugar fundamental en la vida del cristiano. Una vez más, Jesús se dirige a sus discípulos a entrar en el dinamismo que da vida al cristiano. «Ama a tus enemigos y ruega por los que te persiguen» (Mt 5, 44).

Jesús, con estas palabras nos muestra su enseñanza y da cumplimiento del mandamiento de la ley de Dios, ama a tu prójimo y prohíbe la venganza contra el enemigo. Un cristiano no debe dar lugar al odio en su corazón. Humanamente es difícil amar a quien te hizo un mal, sin embargo, Dios nos invita a ser humilde para perdonar al pecador.

¿Qué nos pide Jesús en este día? Jesús nos pide una caridad sin condiciones, una oración que abarque a todos, hasta los que nos hacen sufrir. Imagínate, cuanto nos exige Jesús. No es fácil aceptar la Palabra, ésta se debe vivir y dar testimonio. Para el cristiano, lo fundamental es el amor gratuito que recibe de un Dios, que es Padre y quiere el bien para sus discípulos (hijos).

Está en nuestro alcance, cumplir esta invitación propuesta por Jesús, amar a aquel que no nos ama. Esto es lo que distingue al discípulo de Cristo de los paganos y pecadores. «Porque si amán a los que los aman, qué mérito tiene» (vv. 46). En alguna ocasión, he dicho a mis fieles, «¿qué ganas con odiar a tu enemigo?». Este no es el actuar de Dios, la expresión del amor de Jesús, lo lleva perdonar a quienes le ultrajaron; y dirigiéndose al Padre dice: «Padre perdónales porque no saben lo que hacen» (Lc 23, 34).

¿Estás dispuesto a perdonar? Que esta sea nuestra invitación. Hagamos propias las palabras del Padre nuestro «perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos ofende…» (Lc 11, 2-4). Hay que rezar por nuestros enemigos, recuerda por tu oración éste puedes alcanzar el perdón y la santidad. Así, podemos hacer nuestras las palabras del Señor, sed perfectos como nuestro Padre del cielo. ¡Todo para el bien de las almas y nuestra propia salvación! Que así sea.

Que Dios les bendiga a todos.

 

Publicado en Evangelio del Dia.

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